Uno se siente casi como Phileas Fogg -ese que dio La Vuelta al Mundo en 80 días, tal como lo contó Julio Verne-, pero en el caso de TEFAF, la gran feria de antigüedades (y más cosas) que se celebra en Maastricht en estos días, pero en este caso la novela se titularía La Vuelta a todos los museos del mundo en una tarde o un poco más. También podrímos podría equipararla con Alicia en Alucina con el país de las maravillas.

TEFAF es eso, un recorrido real (que no virtual, tan común en nuestros días) por la historia de la humanidad a través de su creatividad en su mayor abanico. En resumen: es el museo de museos en el que puedes ver en vivo y directo, todo lo que nos acostrumbraron a ver en libros a medida que nos iban educando.

Ya va por su XXIX edición y es, sin lugar a dudas, la mejor Feria de arte, antigüedades, diseño y objetos peculiares y únicos que se organiza en el planeta. En ella uno puede descubrir desde una pulsera que Duke Fulco diseñó para Coco Chanel en 1930 (y que ella utilizó durante 50 años) a una jarra egipcia que data del Periodo Predinástico de Naqada II, entre el 3500 y el 3300 a.C.

O un extraordinario reloj de mesa, obra cumbre del Rococó alemán (siglo XVIII), del artista relojero Leopold Hoys en homenaje al Emperador del Sacro Imperio Romano Francisco I a fotografía estereoscópica tricrómica de Louis y Auguste Lumière fechada alrededor del años 1900.

Además de bustos romanos, espadas, piezas arqueológica, arte que con suerte se puede ver en los más prestigiosos museos del mundo y demás naderías, las 269 galerías procedentes de 22 países lucen sus mejores galas (los objetos más preciados de cada una que reservan expresamente para esta ocasión) y los exhiben y venden (en TEFAF sí que se vende ) como si se tratara de manzanas, huevos o champú en un supermercado…

Vamos que se venden como churros aunque se trate de 30.000 obras excepcionales, entre pintura, escultura, joyas, grabados, dibujos, fotografías o muebles que abarcan 7.000 años de historia.

Porque el gran acontecimiento de Maastricht también convoca en sus primeros dos días, durante los cuales se sirve el mejor champagne con otras que se abren al momento entre otras delicatessen, a coleccionistas y marchantes a los que no le importa la diferencia que puede haber entre 5 o 500.000 euros (y seguramente nacieron con esa humilde habilidad de auténticos a-fortunados).

Lo que les motiva es tener la posibilidad de poder elegir entre obras de Maestros Antiguos como Jan Brueghel el Viejo, Rubens, Rembrandt, Zurbarán o El Greco, hasta pinturas de artistas del siglo XX como Joaquín Sorolla, Marc Chagall, Pablo Picasso o Kandinsky, pasando por obras de vedutistas italianos como Bernardo Bellotto y de pintores impresionistas como Monet, Camille Pissarro o Alfred Sisley.
En la parisina L’Arc en Seine exhibe esta maravillosa mesa de café en y pies de metal lacado de François-Xav ier Lalanne es la Oiseau de Marbre White.
Entre las muchas gratas sorpresas de esta feria (son demasiadas para mencionarlas a todas) la galería londinense William Weston Gallery presenta una extraordinaria colección de dibujos de Renè Magritte, recopilada por primera vez en la década de los 70. La suiza Antiquariat Bibermuehle AG Heribert Tenschert, por su parte, se luce con uno de los objetos de mayor valor: un Libro de Horas de los hermanos Limbourg.


Este manuscrito ilustrado, desconocido hasta ahora, está realizado en vitela y contiene 30 dibujos. El texto y los dibujos datan de antes de 1407 y en 1408 se añadió un cuadernillo y se realizaron todas menos una de las esquinas con hojas de hiedra. Su precio es de ocho cifras.

Y sí, entre esta aglomeración mundial de exquisitez hay españoles ¡Y Olé! Son cinco galeristas: la Galería Caylus de Madrid que presenta entre otras piezas un bodegón de Juan van der Hamen y una muestra de pintura religiosa del holandés Matthias Stomer; la también madrileña Coll & Cortés (que acude bajo el nombre de la inglesa Colnaghi, se han hecho socios) con una talla de madera de Pedro de Mena representando al niño Jesús; López de Aragón, asimismo de la villa, que se luce con una máscara teatral romana de mármol de los siglos I-II d.c.; la catalana Artur Ramón y su maravilloso Retrato de dama firmado por El Greco y, por último, la anticuaria Deborah Elvira de Castellón que, como siempre, deslumbra con sus joyas de los siglos XVII y XVIII.

Y por supuesto, la pintura española se expande en el Palacio de Exposiciones y Congreso. Una de las más destacadas es el retrato de Don Pedro Gil de Tejada pintado por Goya valorado en 3,6 millones de euros. Otra de las obras estelares es Viejo castellano sirviéndose vino de Joaquín Sorolla, una monumental pieza de dos metros de altura.

Y mira por donde, una galería alemana, la Kunsthandlung Helmut H. Rumbler de Frankfurt dedica un importante espacio a la tauromaquia, con una litografía de Goya de la serie Los toros de Burdeos, junto a varios grabados del español, así como un conjunto de 26 aguatintas de Picasso.Pero hay más obras made in Spain: Salvador Dalí o Joan Miró entre otros.

Una mención especial merece la sección TEFAF Paper, que este año destaca la fotografía a través de galerías como Borzo modern & contemporary art de Amsterdam y la vienesa Galerie Johannes Faber que, entre otras, expone la icónica Corset for Mainborcher de Horst P. Horst que destacó en su momento por composición, atemporal y seductora. Horst, que se dedicaba a la fotografía de moda pasó mucho tiempo en Nueva York, donde tenía amigos tan influyentes como Coco Chanel, Salvador Dalí o Marlene Dietricht.

Otra de las cosillas a destacar es que la Hammer Galleries de Nueva York desvela en Mattise & Picasso las cinco décadas de relación personal y artística que mantuvieron estos dos genios, que entre ellos se consideraban tanto rivales como admiradores el uno del otro.

La exposición comienza con dos extraordinarios trabajos previos al primer encuentro de ambos artistas en 1906. Le guitarist debout, de 1903, es una clara muestra de la etapa fauvista de Matisse. Por su parte, Danseuse espagnole fue pintada por Picasso en 1901, justo antes del comienzo de su famoso Período Azul.

A TEFAF en Maastricht hasta ahora ninguna otra feria le hacía sombra, era imposible… Pero hacemos hincapié en hasta ahora porque le han salido dos hermanitas norteamericanas neoyorquinas que se presentarán anualmente en Park Avene Armory. La primera, que estará enfocada en el arte desde la antigüedad hasta el siglo XX, se hará en Otoño, concretamente del 22 al 27 de octubre de este año.

La segunda feria, TEFAF | Nueva York | Primavera, se estrenará del 4 al 9 de mayo de 2017 y pondrá el énfasis en el arte moderno y contemporáneo y en el diseño.

TEFAF Maastricht no tiene parangón. Degas, Wharhol, CyTtwombly, Max Ernst, Henry Moore, Robert Mapplethorpe, Toulouse-Lautrec, Anthony van Dyck y más y más y más, todos juntos pero no revueltos y al alcance de nuestras narices.

Maastricht es única, eso es lo que pensamos hasta ahora. El año que viene lo comprobaremos. Entre nosotros, es difícil imaginar algo mejor.

Y colorín colorado este viaje se ha acabado.
Maastricht TEFAF. The European Fine Art Foundation. En el Palacio de Exposiciones y Congresos MECC de Maastricht, hasta el 20 de marzo.
Extraordinario
Es que TEFAF es así; extraordinaria.