Desde que se interpretara por primera vez en 1606, Rey Lear de William Shakespeare, fue adaptada como ópera por Berlioz o Verdi y en cine por Jean-Luc Godar o el director japonés Akira Kurosawa, entre la infinidad de versiones que se hicieron sobre ella a lo largo de la historia de la humanidad. Pero la puesta en escena de King Lear de la compañía taiwanesa Contemporary Legend Theatre (CLT), basada en la ópera china tradicional, en los Teatros del Canal de Madrid (solo los días 27 y 28 de mayo, lamentablemente) es otra historia.

Para empezar, lo más llamativo de esta representación es el rescate del matiz más oriental y confuciano de la tragedia del dramaturgo inglés. “Lear es una obra muy emocionante relacionada con el amor y la familia, y esperamos que este montaje, que vincula la ópera china y el teatro occidental, muestre la manera oriental de amar a la familia”, explica Wu Hsing-Kuo, director artístico de la Contemporary Legend Theatre. Como ya se sabe la trama de la obra nos cuenta que el viejo y autoritario Rey Lear de Bretaña decide ceder las riendas del reino a sus tres hijas, con el fin vivir tranquilo sus últimos días y para ello opta por hacerlo según el afecto que ellas sientan por él.

Para la representación, dividida en tres actos, en idioma mandarín con sobretítulos en español en unos monitores, Wu Hsing-kuo, se atreve a interpretar a un total de diez personajes, apoyándose en la utilización de vestuario, ambientación, gestualidad y música, con diez músicos en directo sobre el escenario. Así van desfilando el propio Rey Lear, veremos a Wu Hsin-Ko interpretando a las tres hijas del rey, al bufón, al Conde de Gloucester y a los dos descendientes de este, entre otros.




“Al principio, cuando creé esta obra -el primer acto lo escribió en 2000- no quería incluir a las tres hijas del rey Lear, porque al ser hombre no me sentía preparado para interpretarlas”, reconoció Wu Hsing-Kuo. Finalmente las incluyó porque la obra tendría menos contraste sin ellos: “femeninos y masculinos” y “buenos y malos”.

La versión de King Lear de la CLT no es una ópera al uso. Es un espectáculo que fusiona lo ancestral y lo moderno. En su escenografía, casi nada de atrezzo, hay que reconocer que Wu Hsing-Kuo y por ejemplo, Plácido Domingo, no son almas gemelas en cuanto al bel canto, aunque en 2007 y 2008 compartió cartel con el tenor español en Nueva York con The First Emperor y si bien solo hay un único actor sobre el escenario, tampoco se trata de un monólogo, el sonido, las luces y los gestos también hablan. Contemporary Legend Theater sencillamente afecta de lleno todos nuestros sentidos.
En el siglo XXI, la ópera de Beijing, al igual que su homóloga italiana, ven enfrentadas la tradición con la innovación. Por este motivo, los programas presentados por el Contemporary Legend Theater (CLT) buscan ser el escaparate del desarrollo de la ópera de Beijing en Taiwan, que ha cruzado fronteras entre este y oeste pero también entre el pasado, el presente y el futuro.
Wu Hsing-Kuo fundó la CLT en 1986 para “desarrollar” la Ópera de Pekín en Taiwán, y ha adaptado tragedias griegas -“algunas partes de la ópera china y las tragedias son bastante parecidas”, ha reconocido el director- y otras obras de Shakespeare como Hamlet” o Macbeth, montaje que la compañía llevó a Santiago de Compostela hace 18 años. Si bien Wu ha fantaseado en Madrid con la idea de montar su propio Don Quijote, lo cierto que la próxima producción de su compañía será Fausto.