“Hoy todo existe para culminar en una fotografía”, lo decía Susan Sontag, y con esto de los selfies, Instagram y” demás hierbas, ahora está más vigente que nunca. La fotografía, siendo pasado, presente y futuro siempre es historia. Con sus 20 años recién cumplidos, La Fábrica, en Madrid, rinde culto a esta disciplina, con exposiciones, cursos y talleres y, en lo que nos concierne en este post, libros para adorar. Los últimos, de la mano de su Colección PHotoBolsillo en colaboración con el Archivo Fotografía Urbana de Venezuela, la obra de diferentes fotógrafos venezolanos. El primero, recién horneado y listo para devorar con los ojos, es el de Tito Caula, a quién corresponden las fotos de Borges, la de la Miss Venezuela Desireé Rolando, la del editor y político Luis Miquilena que veis aquí.

El libro de Francisco ‘Tito’ Caula (Argentina 1926 – Venezuela 1978) recoge 63 fotografías en blanco y negro, fechadas entre 1945 y 1978, que se definen como una crónica periodística y urbana del día a día político y social del país. Se trata de un fotógrafo de amplia trayectoria que se inició en el oficio a los 19 años, realizando foto fija en su país natal, pero tras la crisis del cine argentino en los años 50, se mudó junto a su esposa Amparo Quinteiro de Caula a Venezuela en 1960 donde, en 1967, fundó el estudio Artyphot c.a (Arte y fotografía Publicitaria). El espacio no sólo fue su taller, sino también un punto de reunión y diálogo para una generación emergente de profesionales que le reconocieron como un referente.

Considerado un fotógrafo más de encargos que autor, supo dibujar con su cámara el panorama social y político de la Venezuela de su época: sucesos destacados de la vida cotidiana del país, a conflictos y manifestaciones de la naciente democracia venezolana. Sus imágenes sirvieron de crónica periodística, pero también urbana pues no faltan en su producción imágenes de la propia ciudad, de sus autopistas, construcciones y edificaciones.

En palabras de Lorena González –la docente, ensayista y curadora– y Vasco Szinetar –fotógrafo, artista, editor y curador– quienes prologan el libro, el archivo de Caula “remite a una mirada profunda sobre el curso prolífico de lo humano, incluyendo un sumario revelador que despliega la apuesta personal emprendida por el fotógrafo una vez concluido el trabajo solicitado por otro. De este modo, a través de dos territorios unidos en un mismo archivo (la fotografía por encargo y la desarrollada por la propia intención), se inauguró en su producción el enclave de distintos periplos interconectados por el ejercicio diario de la toma”.
Ambos, asimismo, coinciden en que «Tito Caula siempre abordó los temas con un aparente tono menor. Sin invadir con la cámara fue capaz de captar las miradas de los personajes en su intimidad urbana. No buscó el efecto inmediato sino más bien la sorpresa de los protagonistas en un silencio activo. Así surgieron las elipsis y los bullicios del Yo frente al entorno, en sus propiedades y deterioros, en sus miserias y grandezas; un movimiento tan trascendente como efímero que hace del archivo de Caula el registro inagotable de una fotografía entendida como pulso y forma de vida».
Como decía Diane Arbus: “Una fotografía es un secreto sobre un secreto, cuanto más te cuenta menos sabes”
PHotoBolsillo de Tito Caula cuesta a 12,50 €, le seguirán en la colección Alfredo Cortina y Barbara Brandli. (Más información: www.lafabrica.com)